Presentación

Vagalume no es una marca de pañuelos de seda pintados a mano. O no sólo.
Es el nombre gallego de las luciérnagas, la "luz que vaga".
Y es mi marca. He fundido en ella todo lo que tengo por dentro.
Cada obra, una instantánea de lo que soy, qué es lo que veo y el cómo de ese ver, mi lugar y mi punto de vista.
Un niño que atrapa bichos al vuelo y los observa al detalle presos en frascos de cristal.
Un pastor conmovido en soledad ante un paisaje.
Un aprendiz de los secretos de la fotografía, de la captura instantánea de lo real.
Un seguidor del espíritu del Kacho-e, los grabados japoneses que quieren captar el alma de las cosas, descubrir el eterno ciclo natural en la fugacidad de cualquier forma de vida.
Un ser humano capaz de asombrarse ante el mundo, y de contarlo en seda.









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